Los buenos hábitos
alimenticios
Los hábitos alimenticios
se transmiten de padres a hijos y están influidos por factores como el lugar geográfico, el
clima, la vegetación, la
disponibilidad de la región, costumbres y experiencias, pero también tienen que
ver la capacidad de adquisición, la forma de selección y preparación de los alimentos y la manera de consumirlos (horarios,
compañía).
Todos
necesitamos alimento
Los alimentos
son lo único que proporciona energía y diversos nutrimentos necesarios para
crecer sanos, fuertes y poder realizar las actividades diarias. Ninguna persona
logra sobrevivir sin alimento y la falta de alguno de los nutrimentos ocasiona
problemas graves en la salud.
Sin
embargo, no se trata de comer por comer, con el único fin de saciar el hambre,
sino de obtener por medio de los alimentos, los nutrimentos necesarios para
poder realizar todas nuestras funciones según la actividad física que se desarrolle,
el sexo, la edad y el estado de salud.
Por ello, la alimentación de los niños y niñas debe ser:
Completa,
incluyendo en los tres alimentos principales del día: desayuno, comida y cena,
alimentos de los tres grupos:
-Cereales
y tubérculos que
proporcionan la energía para poder realizar las actividades físicas, mentales,
intelectuales y sociales diarias.
-Leguminosas
y alimentos de origen animal que
brindan proteínas para poder crecer y reparar los tejidos del cuerpo.
-Frutas
y verduras, que
contienen vitaminas minerales para conservar la salud y que el cuerpo
funcione adecuadamente.
-Agua, para ayudar a que todos los procesos del
cuerpo se realicen en la forma correcta y porque ella forma parte de nuestro
cuerpo en forma importante.
Errores
que debes evitar
Todos
los alimentos contienen nutrimentos, pero es importante conocer
cuáles contiene cada uno de ellos, para combinarlos en cada comida y evitar que alguno de
ellos falte.
Los
alimentos naturales obviamente tienen mayor cantidad y calidad en sus nutrimentos,
por lo que la comida chatarra, no debe ocupar el primer lugar de consumo,
aunque facilite las tareas de quienes preparan la comida.
Otro
error frecuente es consumir alimentos
ricos en azúcares o aperitivos dulces. El exceso de azúcar con frecuencia
favorece la aparición de caries y también puede facilitar la aparición
de la obesidad, ya que aumenta el valor calórico de la dieta.
El reparto
energético de la
comida también suele ser incorrecto. El
desayuno debería
contener el 25% de las calorías totales. Un desayuno completo
debería incluir lácteos (leche, yogur u otros), cereales, galletas o tostadas,
fruta o jugo y opcionalmente complementos (mantequilla o margarina, mermelada,
miel, jamón).
Picar
entre comidas es otro gran error. Lo peor es que entre los alimentos que
suelen consumirse se encuentran los snacks, papas fritas y similares, así como
repostería con grasas saturadas y trans. ¡Evítalos!
Los
buenos hábitos alimenticios
Adoptar
las siguientes medidas dentro de tu dieta puede ayudarte a conseguir una mejor
calidad de vida. Apunta, tu dieta debe ser:
*
Equilibrada, es decir cada comida debe contener en igual
cantidad alimentos de los tres grupos. En nuestra cultura, se
exagera del consumo de carne y se dejan a un lado los cereales, verduras y
frutas, favoreciendo así la obesidad y muchos problemas por la falta de
vitaminas y minerales.
*
Higiénica, para
prevenir enfermedades infecciosas se debe cuidar mucho la calidad, frescura y
forma de preparación de los alimentos. El lavado de manos antes de prepararlos
y comerlos es un hábito que debe fomentarse en los niños desde muy pequeñitos.
*
Suficiente, esto
con relación a cubrir las necesidades de nutrimentos, más que a comer mucho.
Cada persona tiene capacidad diferente para comer y no se debe imponer la misma
cantidad a todos, esto en lugar de beneficiar, ocasiona muchos problemas en las
comidas familiares.
*Variada. Es importante que los niños aprendan a
comer de todo y si hay algo que no les gusta (que nos suceda a todos) tratar de
no darlo y buscar un alimento sustituto de los nutrimentos que contiene. Lo
importante son los nutrimentos, no el tipo de alimento en especial.
¡No
olvides tomar agua y hacer ejercicio!
Consecuencias
de una dieta desequilibrada
Consumir
pocos o demasiados alimentos y de forma desbalanceada, tiene consecuencias que
pueden ser muy graves: por un lado si faltan algunos nutrimentos en el
organismo, hay desnutrición, que es muy grave y frecuente en niños de todos los
ámbitos sociales, y por otro si se comen cantidades excesivas se puede
desarrollar obesidad.